Con Mampato, Themo Lobos se adelantó dos décadas a “Jurassic Park”. Sabe de todo un poco y define su cultura como un puñado de maíz en un gallinero.
En su casa de Concón, y acompañado permanentemente por un gato que duerme sobre una máquina de escribir y responde al nombre de ‘Gato’, el dibujante Themo Lobos pinta con pincel los originales de “Las aventuras de Ogú, Mampato y Rena”, un clásico de la historieta chilena que la editorial Dolmen está lanzando en una colección mensual de 25 libros.
Este cómic chileno se pone así pantalón largo: pintado de nuevo, a mano, pasa de la vieja y plana trama de imprenta a la digitilización del color, cumpliendo requisitos internacionales de competitividad.
Con 50 años cumplidos como dibujante de historietas, Themo Lobos es un innovador en toda la regla. Se anticipó dos décadas a Steven Spielberg y su “Jurassic Park. Y paseó a sus nóveles lectores por Europa, la Primera Guerra Mundial, los barcos balleneros, la Guerra de Troya, la Francia de los mosqueteros o los pueblos mutantes del futuro, mucho antes de que George Lucas lograra ese cruce entre historia y aventura que es Indiana Jones.
Para él, la narrativa gráfica es un medio que permite comunicar y enseñar prácticamente todo. ”Es un idioma universal”, afirma. Por eso, además de dar vida a ese hijo adoptivo suyo que es Mampato, incursionó en otros ámbitos, ilustrando la vida del Padre Hurtado y Santa Teresa de Los Andes, además de publicaciones didácticas sobre la historia del petróleo o el mundo de los átomos.
Sus innovaciones no han sido siempre bienvenidas: el lenguaje fonético, parecido al esperanto, que inventó para Ogú, el cavernícola, no convenció a profesoras y algunas madres reclamaron. Él se defendió, pero no hubo caso. Y por culpa de Ogú, presiones burocráticas impidieron, hace años, que la historieta “El paso de los Andes” fuese publicada como material educativo.
La etimología lo apasiona. Siempre está inventando secciones para explicar el origen de las palabras y corregir a periodistas y políticos que se expresen mal. Rodeado de libros de todo tipo, especialmente de comics, suele escuchar música clásica -y a veces tango- mientras trabaja.
Entre sus escritores favoritos destaca especialmente al maestro del horror H.P.
Lovecraft, al narrador de ciencia-ficción Phillip Dick y, de los chilenos, a José Donoso, quien falleció el mismo día del lanzamiento de Mampato.
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