A la siga de Mario Silva Ossa (1913-1950)
La otrora exitosa publicación semanal El Peneca, de carácter infantil, circuló por más de 50 años en los kioskos chilenos dejando una huella iconográfica en sus pequeños lectores.Su portadista, el ilustrador Mario Silva Ossa alias Coré, creó un mundo de fantasía en el desarrollo de sus dibujos.Sin embargo, tras su abrupta muerte en la década del 50 dejó un vacío difícil de llenar, ¿ por qué Coré fue omitido de los anales de la editorial Zig-Zag tras su muerte ?, ¿ quién fue este ilustrador escogido por Adrian Dufflocq para dibujar su célebre Silabario Hispano Americano ?, éstas y otras interrogantes quisimos aclarar en el desarrollo de esta crónica.
Por Jaime Huerta
Hoy en día buscar información sobre Mario Silva Ossa no es fácil, su figura de notable ilustrador quedó reflejada fundamentalmente en su principal labor que le fue encomendada por su tía, Elvira Santa Cruz alias Roxane, en ilustrar las portadas del otrora exitoso semanario El Peneca, publicación infantil de cuentos y poesía destinada a los niños de la primera mitad del siglo XX.
Coré tras su abrupta muerte en la vía férrea de San Bernardo (localidad al sur de Santiago de Chile) a principios de mayo de 1950 dejó en silencio el color, la magia y la fantasía que hizo propia a través de sus notables portadas para dicho semanario.Su deceso fue rápidamente, o talvéz, imperceptiblemente informado al ambiente artístico chileno y reemplazado por otro coterráneo ilustrador para dicho semanario Adduard, también de trazo delicado para el sector infantil.
EL PENECA
El debut de El Peneca sucede en el transcurso del año 1908; Chile en aquellos años era una región eminentemente agrícola y minera, comenzaba la bullante exposición del salitre nacional al mundo, culminándolo en una incipiente industria mediana que, a razón de no requerir tan avanzada tecnología, se comenzaron a producir insumos de carácter local ya sea paños, cuero, cerveza, muebles, entre otros.La industria mayor ó pesada llegó a fabricar locomotoras que, hasta fines de la Primera Guerra Mundial, se llegaron a exportar al Perú.Con el auge salitrero, el Estado comenzó a tomar más partido en la inversión fiscal.Chile, con una economía eminentemente abierta comenzó a centrar sus lazos, en las postrimerías del siglo XX, hacia los capitales norteamericanos en desmedro de los ingleses que fueron su ápice en el siglo anterior. Con la incursión de Agustín Edwards McClure en USA (como operario de la imprenta que publicaba The New York Herald) trajo consigo toda la renovación que concitó el cambio informativo provocado en Chile a comienzos del siglo XX, en su principal periódico llamado El Mercurio.Esta innovación también fue absorvida por la principal editora nacional llamada Zig-Zag con la publicación de diversos semanarios destinados a distintos públicos ó sectores de la población.Ya sea, por ejemplo, Sucesos ó el Corre-Vuela.
En estos nuevos bríos surge El Peneca bajo la dirección del historiador, periodista y bibliotecario, Enrique Blanchard-Chessi, quién le dio un carácter de interés general a la publicación con diversos artículos.Se incluyó además un elemento característico de El Peneca que fue, en el cariz de colaboraciones, la participación de sus lectores.Éste atributo fue conservado en las décadas sucesivas como sello distintivo de El Peneca.
Sin embargo, Blanchard-Chessi, fue causante de alguna manera, en no depurar la calidad de contenidos, provocando la primera remoción en la dirección de la revista.Este problema fue superado por Emilio Vaisse (Omer Emeth) con la inclusión de contenidos extranjeros de gran calidad y un acierto en la creación del Pasatiempos como una sección de la revista que fue muy apetecida por el público lector.
Sucedida la Primera Guerra Mundial, en la revista tan nefasto hecho también tuvo su consecuencia ya que bajó su nivel en la calidad de impresión a un formato en blanco y negro, además de la no renovación de contenidos.Tras 10 años de circulación, El Peneca lentamente comenzó a sufrir dicho transtorno con un preocupante bajo tiraje.
Por ello se hizo cargo de la publicación una destacada intelectual, Elvira Santa Cruz (Roxane) hacia 1921 le dio un cambio radical de fisionomía a la revista en cuanto a contenidos y a la ilustración de portadas.Roxane poseía una particular visión del público lector, ya que estaba convencida que un ejemplar accesible en precio permitiría que la publicación alcanzara todos los rincones.Esto llevó a masificar aún más la revista logrando exportarla a otros países finalmente como, por ejemplo, Perú y Venezuela.
Roxane con su asertiva iniciativa provoca que su sobrino, Mario Silva Ossa, sea incluido en El Peneca.En dicho contexto, Silva Ossa alias Coré es conocido y El Peneca experimenta un resurgimiento por la creación de dicho lazo.
EL DESCONOCIDO MARIO SILVA OSSA
Oriundo de Colchagua, Mario Silva Ossa nace en marzo de 1913, su infancia la cursó de interno en el Colegio santiaguino San Ignacio, con una clara habilidad para el dibujo se matriculó en la escuela de arquitectura de la Universidad de Chile.Carrera que cursó por sólo dos años.Con 10 años bajo la dirección de Roxane, El Peneca da a conocer la primera ilustración en un medio masivo de Coré (seudónimo bíblico que tomó Mario Silva Ossa para dicho efecto) las hadas, duendes y cuentos mágicos comienzan a surcar en sus acuarelas e ilustraciones y las portadas de El Peneca comienzan a alcanzar un gran grado de calidad plástica frente al lector.Los Viajes de Gulliver, La isla del Tesoro, Quintín el aventurero, Herne el cazador, fueron sólo algunos de sus notables ejemplos ilustrativos que influyeron más tarde en poetas chilenos como, por ejemplo, Enrique Lihn y Jorge Teillier.
En los 18 años que Coré ilustró las portadas de dicho semanario que, en su período peak a mediados de los años 40 alcanzó los 150 mil ejemplares por edición, Coré desarrolló toda su capacidad plástica e imaginativa.
Sin desmerecer, por supuesto, la gran calidad ilustrativa de la revista es, a nuestro juicio una señal clara para la posteridad que hoy en día sea otra publicación nacional haya dejado la obra de Coré a merced de sus lectores y en los anales de la ilustración en Chile, esta fue el Silabario Hispano Americano.Durante 1947, el pedagogo Adrian Dufflocq escogió a Coré para ilustrar las páginas de su Silabario que denominó como Hispano Americano.Un medio de aprendizaje con innovadoras técnicas de lenguaje.Medio de enseñanza reconocido por todos los países de lengua castellana, inclusive en España.
Coré durante aquel año hizo un sinnúmero de ilustraciones para Dufflocq quién publicó durante 1948 la primera edición –con portada de Coré claro esta y prólogo de Juana de Ibarboureau- del Silabario.Hoy en día ya va en la 90° edición, sin contar con las versiones piratas que se han hecho de dicho documento.
CORÉ EN EL LIMBO DEL TIEMPO
Mario Silva Ossa fue un hombre tranquilo, creyente e inclinado a las artes; gustoso del color y el mundo de fantasía de cuentos y hadas.Ornamentó su casa al estilo de la narrativa que ilustraba.Hoy en día, con más de un lustro a cuestas, la casa a pasado por varias manos y aún conserva los ribietes de Coré, en sus terminaciones, angulosas, apasteladas.Su mujer, Nora Morvan, sirvió de modelo para sus múltiples hadas y princesas que adornaron los cuentos y portadas de El Peneca, su principal expositor.
Con la visita de Disney a Chile en 1941 se tejió el mito, además, que el promotor de Blanca Nieves y los 7 enanitos propuso a Coré llevarlo a USA para su participación en Pinocho.Situación que no llegó a acuerdo.
La vida de Silva Ossa transcurrió, por así decirlo, en el espejo que daba la portada de El Peneca en su entrega semanal, sobre su carácter se arguye que tuvo una depresión de carácter endógena.Sobre las últimas entregas a El Peneca, Coré comienza a jugar con los tonos grises, se desplaza del color, aparecen los seres oscuros, tal cuál un Van-Gogh en sus arranques plásticos de locura.Sobre su desaparición se tejió un manto de dudas.Aquel fatídico día de comienzos de mayo de 1950, no se sabe claramente los detalles del accidente ó suicidio, sólo que fue de visita a ver a su hermana avecindada en la localidad de San Bernardo, a las afueras de Santiago, y que prontamente fue por cigarrillos que, en un descuido, el tranvía pasó por encima de él.Otros sostienen que el amor de su mujer había huído de él provocándole una depresión tan fuerte capaz de terminar con su vida.En fin, los periódicos de la época no revelaron nada, rescatamos para Uds.la única referencia que, como lo haría El Peneca a través de la poesía, señaló el deceso.Su tía, Elvira Santa Cruz, esta vez firmando como Margarita del Desierto desarrolla el siguiente poema el 04 de mayo de 1950, El Peneca nro.2160.año 42.
A Mario Silva Ossa (Coré)
Tristes, muy tristes nos has dejado
Al partir lentamente con la muerte;
Tu figura necesaria ya no existe,
Y tu espíritu, cuál paloma mensajera,
Hacia el cielo infinito ha partido.
Hoy estarás dormido en el alba azul
Y en la paz de un blando sendero,
O en la distancia de unos luceros
Estarás pintando algo eterno.
En quietud de la luz gloriosa del cielo
Tu empiezas a vivir;
Tu no has muerto, no puedes morir,
Por que tu genio seguirá pintando
Para los niños y los ángeles de Dios.
Margarita del Desierto
Cabe destacar que El Peneca al ser un semanario infantil tuvo que dar una respuesta muy eufemística a los cientos de cartas y consultas del porqué Coré fue reemplazado por el ilustrador Adduard. Posteriormente, la artista Elena Poirrier continuó el trazo cifrado por Coré en sus portadas.Roxane continuó un par de años en la dirección de la revista después de la muerte de Coré hasta la incorporación de la cinéfila periodista María Romero quién dirigió la publicación hasta su fin en 1960, la publicación perdió fuerza y tiraje en dicha fecha por la gran importación de historietas norteamericanas que comenzó a crecer a mediados del 50 y el advenimiento de la televisión en Chile a fines de aquella década.Finalmente, después de 50 años en los kioskos nacionales El Peneca logró un total de 2705 números publicados.
La muerte física de Coré cifró un manto de dudas del por qué de tan inesperado hecho, su hermana, la escritora María Silva Ossa publicó un libro póstumo de narrativa con ilustraciones de su hermano en señal de duelo.Para la celebración del primer lustro de la editora Zig-Zag se publicó un anuario con la historia de la editorial, Jorge Délano (Coke ), el famoso caricaturista, fue encomendado para escribir una sección sobre El dibujo en el primer medio siglo de Zig-Zag llama la atención la omisión exprofesso sobre Coré, se arguye que la editorial prefirió omitir a dicho ilustrador por el sabor a suicidio que cubrió su muerte.
En fin, la verdad talvéz este lejos de nuestro alcance hoy en día, sin embargo, los que abrazamos la vocación del comics en este siglo XXI hemos querido darle la tribuna que realmente se merece por este medio y dar a conocer (como lo hizo El Peneca en su momento) a las nuevas generaciones de dibujantes el gran genio que tuvo este ilustrador chileno llamado Mario Silva Ossa (Coré) y que hemos querido mostrar su obra e historia con este breve y modesto intento.
1 comentarios:
Excelente !
Publicar un comentario